Vaya por delante que no soy fan de los días conmemorativos de nada ni de nadie: ni del padre, ni de la madre, ni del medio ambiente, ni de los profesores, ni de santa tecla, ni de la marmota ni incluso me gusta que exista el día del trabajador (aunque se fiesta). Todos los días deben ser días de todo y de todos. Así nos va, guardando sólo un día al año para cada reivindicación.
Vaya por delante también, que puedo llegar a entender que ciertos hechos deben ser conmemorados en un determinado día, pudiendo así aprovecharlo mediáticamente y reinvidicar, protestar y denunciar situaciones injustas que aún existen en estos atormentados tiempos.
Si no soy partidario de estos días temáticos, no os voy a decir nada ya de los años dedicados a personas y/o cosas. Algo que se ha ido poniendo muy de moda ultimamente. Aún así, el post de hoy, va a propósito del año 2012, que se ha dedicado al científico inglés Alan Turing. Y he aprovechado que hoy es 28 de Junio para publicarlo. Todos los 28 de Junio están marcados en los calendarios como el día del orgullo gay (permitidme que no lo escriba en mayúsculas). Y es que Alan Turing era homosexual y murió por ello. Así pues, dejo de lado mis reticencias y hago un acto de reivindicación.
¿Por qué es este 2012 el año de Alan Turing? Pues porque si hoy continuara vivo, Alan celebraría su 100 cumpleaños. Para ser exactos, lo hubiera celebrado ya el día 23 de Junio. Pero murió prematuramente a los 42 años, después de comerse una manzana (no toda, sólo unos mordiscos) con cianuro. La hipótesis más fundada es el suicidio. Dos años antes, Alan fue juzgado y condenado por ser homosexual. Le dieron a elegir: cárcel o castración química. Eligió lo segundo, con todos desordenes hormonales que eso le comportaría. No lo soportó y decidió acabar con su vida.
A Alan Turing se le tienen que agradecer muchas cosas: descifró el código encriptado de la máquina Enigma de los nazis, con lo que, según algunos historiadores, la Segunda Guerra Mundial acabó antes de lo previsto. (Hay una peli sobre esto que se llama Enigma, aunque Alan no es el protagonista). El gobierno británico lo condecoró por este gran servicio a su patria, claro.
Pero sobretodo, a Alan se le considera el padre de la informática, tal y como ahora la conocemos. Con los trabajos sobre algoritmos que desarrolló mientras fue profesor de matemáticas en la Universidad de Manchester, se sentaron las bases del software de los ordenadores. Además, también es idea suya el Test de Turing, que sirve para demostrar la inteligencia de una máquina, es decir, la inteligencia artificial (los insufribles captchas son una aplicación moderna de ello). Por eso, este año 2012 se ha bautizado como el año internacional de la informática. Muchos científicos de hoy en día, comparan a Alan Turing con Newton, Kepler, Einstein, y otros dioses del olimpo científico. Todo un genio, vamos.
Hasta aquí los méritos profesionales de Alan. En su vida privada, no le fue tan bien. Ya sabemos que se suicidó. El motivo: su homosexualidad. En la Inglaterra de los años 50, la homosexualidad era una práctica indecente, penada con la cárcel. Así pues, ¿cómo a Alan se le ocurrió declararse homosexual sabiendo qué le podía ocurrir? Digamos que fue un valiente. Tuvo que denunciar por robo a su novio (pareja o amante o como le queráis llamar), de aquella época. No es que su novio le robase, sino que ayudó a un colega suyo a entrar en casa de Alan y robarle.
Así pues, el mismo gobierno que le condecoró por ser un héroe años antes, ahora lo condenaba por ser homosexual. Vaya contradicción. Y es aquí dónde debemos detenernos: a los gobiernos les puede llegar a importar más con quien te acuestas o con quien mantienes una relación (si quereis ser más finos), que no que seas un héroe y un notable científico.
Yo me pregunto: ¿sería Alan feliz aún siendo un genio y un héroe? ¿Se puede ser feliz si eres un genio y un héroe patrio pero no puedes denunciar a tu novio por ladrón, justamente porque es tu novio, y no tu novia? ¿Cuánta gente es infeliz hoy en día por este motivo? Correcto: demasiada. Y supongo que por eso, el 28 de Junio es el día del orgullo gay.
En 2009 el primer ministro inglés Gordon Brown pidió publicamente disculpas por el trato que recibió Alan, aunque en 2011 el ministro de justicia rechazó una petición apoyada por 21.000 firmas para retirarle el castigo por gran indecencia.
Hay multitud de actos conmemorativos del año Turing: exposiciones, conferencias y congresos, publicaciones, etc etc. Acabo ya y lo hago con una canción de Hidrogenesse, que suena mientras escribo este post. Este grupo, en otra muestra más de genialidad y conjunción arte-ciencia, ha dedicado su último disco Un digito binario dudoso a Alan Turing.
Y este post yo también se lo dedico a Alan, y a los valientes que luchan por los derechos de cualquier minoría. Se conmemore el día que se conmemore.