domingo, 23 de febrero de 2014

Las jirafas del zoo

Jean-Baptiste Lamarck se fijó en las jirafas para ejemplificar su ya famosa teoría de los caracteres adquiridos en lo que fue el primer intento de explicar la evolución de los seres vivos. Lamarck no viajó nunca a África. Imagino que pudo verlas en cautividad en el Parc Zoologique de Vincennes, en lo que se considera el primer zoo europeo ya que fue fundado en 1794. Antes, había colecciones privadas de animales en cautividad. Pero al zoo francés se le considera el primero que fue creado con una misión educativa y científica.Esta finalidad se ha seguido manteniendo hasta hoy en día. Y muchas ciudades europeas y del mundo tienen su zoológico. Copenhague también. 

Retrato de J.B.Lamarck por Jules Pizzetta (1893)
Por desgracia el zoo de esta ciudad ha sido hace hace unos días noticia, y no precisamente por su labor educativa o científica. Para aquellos que no se hayan enterado, intentaré resumir lo allí sucedido: el pasado 9 de Febrero se sacrificó una jirafa macho de 18 meses llamada Marius argumentando que se debía evitar la endogamia entre la población de jirafas del zoo. Marius murió por el disparo de una pistola de perno y acto seguido fue descuartizada y arrojada a los leones bajo la atenta mirada de los espectadores allí congregados, no en balde, el zoo de Copenhague había anunciado el acontecimiento en su web. Según la dirección del zoo, que también en la web publicó una sección de preguntas y respuestas sobre lo sucedido, Marius no podía ser transferido a otro zoológico (fueron varios los que se prestaron a acogerle) ni puesto en libertad porqué hubiera muerto rápidamente ni tampoco castrado (para evitar la endogamia). Así mismo, des de el zoo argumentaron que al practicar esa eutanasia y disección públicas, acometían una labor didáctica. La recogida previa de firmas contra la matanza de Marius no tuvo éxito. 

Una semana más tarde, apareció la noticia de que en otro zoológico danés estaba a punto de sucederle lo mismo a otra jirafa también, cosas del azar,  llamada Marius. De momento no ha trascendido qué ha ocurrido con la jirafa. Esperemos que siga con vida y que los responsables busquen una solución que no sea la del sacrificio. Aunque es muy probable que este zoo tendrá, tal y como ha sucedido con el de Copenhague,  el apoyo de Lesley Dickie, directora ejecutiva de la Asociación Europea de Zoológicos y Acuarios. Esta señora afirma que las medidas tomadas por el zoo de Copenhague se adecuan a la normativa que contemplan los Programas Europeos de Especies en Peligro y que, por tanto, se sacrificó a Marius por el bien de la especie. Es decir, Marius murió para que la población de jirafas criadas en cautividad en Europa pueda seguir creciendo. No entraré a juzgar este hecho. Pero sí la manera en que se ha llevado a cabo: Marius fue sacrificada y echada a los leones en lo que fue un innecesario espectáculo público maquillado de experiencia didáctica para los presentes.

Marius, ya fallecida, antes de ser descuartizada por veterinarios del zoo de Copenhague (Fuente: National Geographic)

Esto demostraría que los zoológicos están perdiendo el rumbo. Sus dos grandes razones de ser, como si dijéramos, quedan en entredicho. Por un lado, la parte educativa puede hoy en día ser suplida por las nuevas tecnologías y los formatos audiovisuales; y por otro, su tarea conservacionista de recuperar especies en peligro de extinción se puede hacer por otras vías. Así pues, a los zoos sólo les queda ser un parque de atracciones, un lugar de recreo, un mero entretenimiento para urbanitas ociosos. Ya sé que no es lo mismo ver  un grupo de jirafas correteando por la sabana en televisión que poder apreciarlas a escasos 5 metros en la jaula del zoo. Pero ¿está justificado tener animales en cautividad, lejos de su hábitat natural, sólo para sentir este tipo de emoción? ¿Será un niño más respetuoso con el medio ambiente y estará más concienciado con la extinción de las especies si visita un zoo que si se le enseña a apreciar la naturaleza de otras maneras que no utilicen animales enjaulados?

Porque a pesar de que en los últimos años los zoos han hecho un gran esfuerzo por mejorar sus instalaciones y ampliar los hábitats destinados a los animales, éstos siguen enjaulados, privados de libertad y expuestos como meras atracciones de feria. Y eso confiando que dichas remodelaciones hayan servido realmente para mejorar el bienestar animal: hay todavía denuncias de las precarias condiciones en que algunos zoos tienen a sus huéspedes. Sin ir más lejos, el de Barcelona. Hace un par de años, gracias a una de estas denuncias llevada a cabo por varias organizaciones animalistas (Libera! y Fundación Franz Weber),  salieron a la luz unas imágenes que reflejaban las penosas condiciones que algunos animales debían soportar: acinamiento, oscuridad, humedad. Eran imágenes de las jaulas subterráneas del zoo donde, según las organizaciones animalistas, los animales pasaban la mayor parte del tiempo ya que es donde se alojaban cuando el zoo cerraba y, según los responsables del zoo, sólo iban cuando había condiciones meteorológicas adversas o cuando estaban enfermos y no podía ser expuestos.
En cualquier caso, los espacios mostrados no favorecían el bienestar animal y menos si se trata de animales enfermos. Pese pedir la dimisión del director y del veterinario jefe del zoo, esta no se produjo y poco después se presentó un proyecto de remodelación del zoo que acabará en 2020 y contará con una gran inversión. Veremos los resultados. Aunque todo ese dinero podría ser destinado a  instituciones que cuentan con programas de recuperación de especies como el CRAM del Prat de Llobregat, encargada de la recuperación de animales marinos del Mediterráneo o la asociación MILOCA que trabaja para la recuperación de la fauna salvaje autóctona de Torreferrussa. Instituciones que combinan también la acción de conservación y recuperación de especies con la finalidad educativa y que, pese a poder de igual manera ser visitados, no son meras exposiciones de animales en cautividad.

   Jirafas enjauladas en el zoo de Barcelona (Fuente: Libera!)
                          
Esperemos que la muerte de Marius o las denuncias de las ONG en defensa de los animales sirvan para que nos cuestionemos la utilidad de los zoos hoy en día y en el futuro. No se que opinaría Lamarck si hubiese visto las fotos de las jirafas enjauladas en el sótano del zoo de Barcelona o si hubiese presenciado la muerte y descuartización de Marius en Copenhague. Tal vez en el Parque Zoologique de Vincennes las jirafas tampoco es que estuvieran muy cómodas. Pude que incluso Lamarck justificara su cautividad. Pero, salvando las distancias, confío en que hoy día hubiera puesto el grito en el cielo ante tan atroces espectáculos. Tal y como deberíamos hacer todos los ciudadanos con un mínimo de sensibilidad.


Jirafas en Kenia (Fuente: WWF)



2 comentarios:

  1. Woow! No había leído la noticia de Marius del zoo de Copenhagen, pero me parece repugnante! Y más con los niños delante, que clase didáctica es esa! De alguna manera hay que estar en contacto con los animales, pero obviamente no de esa forma. Buen trabajo Toni. Clara :)

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    1. Clara, no sabes cómo me alegra recibir un comentario tuyo!! Efectivamente habría que repensar los objetivos de los zoos y la manera de llevarlos a cabo. Desde luego que lo de Copenhague fue un espectáculo dantesco totalmente innecesario. Lo que más me extraña es que se produjo en un país nórdico, que siempre gozan de una reputación de ser más políticamente correctos que en el sur.

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